CUANDO UNA AMIGA NOS DEJA

Hace cinco años nos enteramos que estabas enferma, por supuesto que lo primero que pensamos era que esto era un error, no podía ser, tú eras la viva imagen de la salud, la sonrisa eterna, tus pequeñas carcajaditas y tu valor para enfrentar la vida día a día. Ese valor que a lo largo de cinco años de lucha no dejaste flaquear en ningún momento. Cinco años los cuales te disfrutamos al máximo porque nunca sabíamos lo que nos podía deparar el mañana ya que a pesar de la enfermedad y los tratamientos, nunca dejé de verte sonreír. Te vi con pelo, te vi sin pelo, te vi con peluca, y siempre me pareciste la misma mujer hermosa, valiente, guerrera, amorosa, adorable, cariñosa…no hay palabras para expresar lo que siento desde niña por ti.

No tengo más que recuerdos buenos contigo, jamás un sí, jamás un no…siempre dispuesta a tender una mano al que más lo necesitaba.

Una madre ejemplar, la cual daba siempre la vida por sus hijos, una trabajadora y profesional incansable, una esposa como ninguna,  la cual aguantó estoicamente todo lo que la vida le puso en frente aunque no fueron precisamente rosas en el camino, sino mas bien espinas.

Lo que más recurre a mi mente son las imágenes de niñas, ¿sabes? Me acuerdo de tu casa en Tecamachalco, cuando yo todavía vivía en Polanco…me encantaba visitarte con nuestro grupo de amigas/hermanas del alma, sentarnos en círculo en el tapete y platicar por horas…bajarnos caminando hasta la entrada de la colonia para ir a comprar peluches a la tienda de Krack ,¿ te acuerdas? Y regresar todas a tu casa pidiendo aventón en la calle…qué tiempos aquellos, suena como si hubiera sido hace  un siglo, pero no lo fue… recuerdo cuando nos juntábamos todas para ir a la zona de Polanco a comprar dulces y visitar a la Chinita (una tienda que vendía dulces y revistas atendida por una China que vivía malhumorada) para molestarla y hojear juntas las revistas para adultos que ni siquiera entendíamos a nuestros inocentes 14 años… ¿recuerdas como se enojaba? era increíble la adrenalina de salir corriendo por varias cuadras pensando que nos perseguiría (lo cual jamás sucedió).  Cierro mis ojos y veo como nos gustaba caminar por el parque y comprar globos…me encantaba….y compartíamos nuestros sueños, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras inquietudes y sobre todo…nuestras risas…

La vida siguió adelante y seguimos juntas…¿que tal tu cara cuando acababas de dar a luz y llegaste a mi cuarto de hospital asustadísima porque yo tenía fecha para un mes después que tú? Jamás me voy a olvidar ese momento, acababas de tener a Danny y entraste pálida a mi cuarto porque no entendías que pasó…y yo feliz con mi bebé…era nuestra propia anécdota, y lo más hermoso fue que esos bebes fueron y seguirán siendo amigos para siempre…como nosotras, mi dulce Nani.

Fuiste de las pocas personas que estuvieron junto a mí durante mi enfermedad, dos o tres veces por semana recibía tus llamadas y juntas maldecíamos la vida para después reírnos y jurar que teníamos que compartir nuestras historias algún día…pero mi historia era nada comparado con el dolor que cargaste encima cinco años sin quejarte jamás. Es increíble como cada vez que ibas a una quimioterapia nos decías…hoy no puedo…Tengo Spa…

Somos un grupo de amigas de la infancia, se podría decir que yo fui de las últimas adiciones a éste, pero no por eso me sentí jamás de lado…sino que gracias a Ustedes fui una más de un grupo maravilloso que a pesar de los años seguimos tomadas de la mano.

El año pasado, cuando Betty, una de nosotras, regresó a Israel, me pediste varios regalos idénticos sin decirme para quienes eran, y te los llevé, era un regalo para cada una de nosotras…un arete de gota para nuestra Cofradía…que para mi ahora, es una más de las lagrimas que no me dejan ver por la angustia que siento de saber que te vas.

El día de mi cumpleaños hablé contigo y te oí muy mal, me dijiste que estabas muy adolorida y que no podías más, te pedí que mejor no vinieras porque me preocupaba tu salud, pero viniste igual…te abracé suavemente porque sabía que estabas adolorida, y nos reímos y nos dijimos cuanto nos queremos.

Al otro día te internaron y ya no saliste más.

Hoy en día,esta Cofradía del Arete de Gota está más unida que nunca, pidiendo por ti, porque al menos no sufras más dolor, aunque quiero que sepas que el hueco que va a dejar tu ausencia va a ser enorme.

El lunes fue tu cumpleaños y fui a verte al hospital, a dejarte un regalo que se que no vas a usar jamás… A pesar de tu dolor y tu malestar, abriste tus ojos, nos tomamos de la mano y nos dijimos cuanto nos queremos, pero no quise quedarme mucho más porque sabía que estabas muy cansada y no quería que vieras mis lágrimas….sé que esa fue nuestra despedida…pero todavía no lo puedo aceptar. A pesar de estos últimos cinco años con Cáncer, jamás pensé que llegaría este momento…  ¿y cómo acepta uno este dolor?

…Nani nos dejó hoy, sábado 2 de Mayo…                                                                                           Aún cuando hace unos días que esperábamos este mensaje …sigo desconcertada y no entiendo todavía el porqué, aunque no estoy segura que lo haya. Lo único que sé es que no dejo ir las manos de estas mujeres que me acompañan desde niña…ni siquiera la tuya, mi dulce Nani…tu recuerdo nos acompañará para siempre, mi querida guerrera, así como esa hermosa sonrisa.