Llegaban las vacaciones de semana santa y queríamos tener la oportunidad de viajar pero esta vez quisimos vivir la experiencia de viajar en una low cost, pero no me refiero en una low cost fina como Interjet donde viajas como un rey en asientos de cuero como si estuvieras en primera clase, sino una low cost americana.
Encontramos la ruta que queríamos, y el costo era verdaderamente mucho más económico, de hecho el vuelo a Miami salía más barato que un vuelo a Acapulco.
El precio de este era cuatro veces menor al que hubiéramos pagado por Aeroméxico o por Interjet inclusive.
La línea que escogimos se llama Spirit. Estudié en Internet diversas opiniones acerca de la línea, y la verdad es que me preocupé. Hablaba de vuelos cancelados, de rutas cambiadas, pero para ese entonces yo ya había pagado el boleto.
Entre mis conocidos estuve investigando a ver si alguien había usado esta línea antes y efectivamente, si lo hicieron y la gente se reía cuando les decía que iba a volar por aquí.
Algunos me recomendaban pagar un poco más para estar en un asiento asignado y más cómodo, pero decidí tomar la opción más económica, que es la de aceptar el asiento que me den, porque realmente quería probar la experiencia.
Esta vez no viajaba ni con niños ni con nadie que tuviera requerimientos especiales, así que para bajar aún más mis costos, a la hora de hacer la reservación me di cuenta de cuáles son las diferencias (no tantas con volaris que trabaja de manera similar)
El vuelo no sale del aeropuerto de la ciudad de México sino desde Toluca, lo cual te evita colas excesivas y tráfico.
Si llevas un carry on luggage (las maletas pequeñas que metes dentro del avión) te cobran más caro que una maleta normal. Puedes llevar contigo dentro del avión únicamente tu bolsa de mano o una mochila tipo backpack que quepa dentro de los estándares normales de tamaño y pueda ser ubicada debajo de tu asiento.
Los costos para el carry on son de 35 dólares, una maleta de ciertas medidas (no la más grande) 32 dólares , por dos pagas 74 dólares, por 3 pagas 161 dólares y así va aumentando, por lo que decidimos llevar únicamente dos maletas para tres personas, lo cual fue bastante conveniente.
Vale la pena saber que si eres socio del 9 dollar fare club, el cual cuesta 59.90 dólares y se paga de forma anual, tienes varios descuentos a la hora no solo de pagar los boletos, sino a la hora de pagar las maletas también.
Si checas tus maletas al comprar el boleto, el costo es menor al que te saldría si lo pagas por internet un día antes de viajar, y mucho menor al que pagarás si quieres hacerlo en el aeropuerto.
Obviamente es vital que imprimas tu pase de abordar porque sino también tiene costo, y seleccionar un asiento hasta adelante tiene un costo mayor porque los asientos son más grandes.
La verdad es que con estas referencias realmente iba yo bastante asustada, y me imaginaba que treparía a un avión tipo de la segunda guerra mundial en el que me sentaría en asientos de tablones de madera y que tendría que sacar los pies como los picapiedras para correr e impulsarlo…
Nada más lejos de la realidad. Viajar desde México fue sencillísimo. Llegamos a Toluca, éramos los únicos en la cola, pudimos seleccionar ahí el asiento y cuando abordamos, el avión se encontraba en mucho mejores condiciones de algunos que me ha tocado en Aeroméxico. Obviamente comer algo en el avión te cuesta, incluso las bebidas, pero el costo de lo que ofrecen, que no es mucho, es menor a lo que pagas en el aeropuerto.
El vuelo fue muy agradable, lo único malo es que llegamos a Fort Lauderdale y estaban arreglando el aeropuerto, lo que hizo que nuestra espera en migración fuera algo larga, pero menor aún que las que nos ha tocado en el aeropuerto de la ciudad de Miami.
El problema fue el regreso y esta vez por mi culpa. El hecho de que yo sea una extranjera regresando a México hizo que de forma obligatoria hiciera check in en el aeropuerto, no así mi esposo y mi hija.
Ellos por solidarios quisieron esperarme y cuando llegamos al aeropuerto tres horas antes de que saliera el vuelo, la cola era kilométrica y gente que viajaba a varios destinos estaba formada en una unifila con varias maletas cada quien. Ni hablar de cuanto tardaban los empleados en atender a cada uno ya que las maletas de ninguno cuadraban con las medidas ni con los estándares requeridos de peso. Por lo que la gente sacaba y metía cosas frenéticamente de sus maletas, y tardaban lo que a mí se me hacían horas en pagar el exceso de equipaje.
Tanto tardaron que estuvimos a punto de perder el vuelo. El área de seguridad, por estar en construcción era un relajo, la gente gritaba y se amontonaba, y los empleados de Spirit luchaban para meternos a un grupo de diez personas antes que a todos para que no perdiéramos el avión.
La verdad es que llegamos como dicen…en safe (apenas). La solución hubiera sido que mi esposo y mi hija dejaran las maletas en la sección donde se indicaba a los pasajeros que ya tenían su pase de abordar, que abordaran desde antes y que yo, ya sin maletas y sin problemas, los alcanzara después.
En fin, la experiencia en general no fue mala, un poco estresante el regreso pero para la próxima trataré de llegar 3 horas y media antes al aeropuerto para evitarme estas complicaciones.
Si me preguntas, ¿lo harías otra vez? Si, por el precio, definitivamente, vale la pena. Hay épocas del año en las que puedes conseguir un boleto de México a Miami por hasta 140 dólares…Increíble!
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