Hay una escena muy común que se repite hoy en día en numerosos escenarios, una pareja sentada en una mesa ya sea de un restaurant, un bar, o en un sillón, y ninguno de ellos voltea la mirada hacia a la persona que se encuentra junto a ella, de hecho ni siquiera alza la vista por encima de su mano, la cual está sosteniendo….sí, adivinaste….un teléfono celular!
Este fenómeno es tan común que de hecho ya tiene un nombre…PHUBBING….viene de la palabra Phone (teléfono) y de la palabra Snubbing (ignorar)
Cuando apenas llegaron al mercado los teléfonos inteligentes, era lógica nuestra locura por estos aparatitos que de inmediato nos llenaban de información variada, a la cual antes solo teníamos acceso gracias a las computadoras de escritorio o a las laptops, pero una vez que nos vimos en la mano con un aparato que nos puede conectar con todo lo que necesitamos…Ya nos volvimos adictos a estos.
O sea que, ¿qué es lo que pasa? Que la gente ahora prefiere contactarse a través de estas pantallas, en vez de hacerlo en la vida real… ¿qué te parece?
Y ¿qué te parece este cartel?
Gracioso, ¿no? … no tanto si tomas en cuenta que hoy en día esto es más real que nunca.
No me digas que nunca has llegado a estar sentado en una reunión y de repente ves que las demás personas están conviviendo y tu estás inmerso en tu pantalla…
Y que hay cuando vas a un restaurant y no llega tu cita… ¿qué es lo primero que haces? En vez de estudiar a las personas que están alrededor tuyo, te sumerges en tu teléfono y te dedicas a ver qué es lo que dicen los demás en Facebook o Twitter…
Y qué me dices cuando acompañas a alguna amiga o amigo a un evento y no tienes ganas de relacionarte con los demás, y decides que tu amigo el teléfono te ofrece algo más entretenido, en vez de aceptar la oportunidad de relacionarte con otros y conocer más seres humanos.
Señores, ¡el teléfono nos está deshumanizando! Hace unos años tuve esta discusión con mi hijo, el cual opinaba que estos aparatos para lo único que servían eran para destrozar las relaciones humanas, y con mucha razón.
Mi argumento era que yo lo utilizaba para trabajar, para estar en contacto con mis clientes y atender asuntos urgentes de la empres, pero, ¿no le debo acaso un poco de respeto por media hora o una hora a los seres que me están danto este tiempo a mi también? Lo he considerado detenidamente y he decidido que ambos tenemos un poco de razón, pero he aprendido a racionar el uso de estos aparatos para evitar mayores daños hacia los seres con los que quiero estar.
No me olvido el día que fui invitada a un evento de Líderes Mexicanos. Éramos 10 personas en una mesa, 8 hombres y dos mujeres. Ninguno conocía al otro, y la plática por casualidad se derivó hacia la relación que estos líderes tenían con sus aparatos celulares. 8 de las diez personas que estábamos ahí sentadas confesamos leer el teléfono en el baño, y hacerlo también con intervalos mientras estábamos dormidos por la noche…. ¿a esos niveles hemos llegado?
Y no solo eso, ¿cuántas parejas no han roto sus relaciones a través de uno de estos aparatos, sin siquiera verse a los ojos? ¿Cuántas personas no se han peleado para siempre por la falta de un signo de interrogación o una coma o un punto en el lugar correcto? ¿Cómo es posible lograr una comunicación perfecta sin ver a la otra persona a la cara o sin escuchar el tono de su voz o la forma de decir algo para poder interpretarlo como deberíamos?
Si de por sí, la comunicación entre dos personas o más, es tan complicada…imagínate lo que este tipo de relación a través de una pantalla en tiempo real puede hacerle…
¿Qué tan bajo hemos caído que debemos expresar algo por medio de un emoticón?
Lo dejo a tu criterio…yo por lo pronto, aplaudo las palabras de mi hijo, ese joven psicólogo que por cierto, ya tuvo que sucumbir ante uno de estos aparatitos, pero el cual usa solo cuando es estrictamente necesario.
Nota: El día de hoy leí un artículo casualmente sobre esto en el New York Times, en donde comentan que hay un restaurant en NY en donde la gente que está sentada en cada mesa, debe poner el celular en el centro de esta. El primero en revisarlo, es el que paga la cuenta, que te parece?
40+blog 
Interesante post. Ahora sería interesante leer acerca de el otro lado de la moneda de el famoso Phubbing (el lado positivo de todo esto). Creo que si cambiamos la manera negativa de ver a estos aparatos de comunicación, el nombre Phubbing también tendría que cambiar. Algo que me llama la atención con Phubbing es que todavía no considera la posibilidad de que el aparato, en vez de ser algo externo a nosotros, se ha convertido en nosotros, o en otras palabras, nosotros nos hemos convertido en el aparato (lo cuál no es necesariamente negativo).
Por el otro lado, me gusta leer posts nostálgicos que todavía recuerdan lo que eran las relaciones frente a frente, que recuerdan una manera de vivir que ya no es. Para todos los que lean este blog,que han vivido en épocas distintas a estas, sería muy interesante que nos compartan su manera de ver esta nueva forma de vida en comparación de la pasada. Ya que para mi si es algo extraño viajar en autobus con gente que no esta del todo presente, como en los viejos tiempos.
Gracias por tu comentario, Paul! Como siempre, super positivo, asi como eres tu. Me encanta que busques tambien el lado amable de las cosas. La verdad? Si, es positivo el invento de un aparato asi, pero ojala se usara unicamente para cosas estrictamente necesarias, o saber cuando debemos desconectarnos de este.
Que haciamos antes de tener los celulares? Hablabamos por telefono, nos veiamos con amigos, ibamos a visitarlos, leiamos, descansabamos, paseabamos.
Sabes que es lo que mas extraño? El dia de mi cumpleaños…era maravilloso atender miles de llamadas telefonicas, o recibir visitas de amigos para felicitarme. Ahora recibo diez veces mas felicitaciones, pero todas son virtuales y rapidas…como que te deja un sabor extraño en la boca, bonito y al mismo tiempo…no tanto. Una nostalgia por el beso y el abrazo, por el oir las voces de las personas amadas, no estas de acuerdo conmigo?
Sólo hoy podemos apreciar realmente la riqueza de estar en contacto físico con las personas: un abrazo, una conversación sobre una taza de cafe… Antes, aunque lo disfrutábamos no nos dábamos cuenta de su enorme riqueza.
Ahora, con este nuevo aprecio, por qué no seguirlo fomentando?
Tienes razon, antes lo dabamos por un hecho.
Sigamos fomentandolo, no hay nada mas estimulante que un abrazo bien dado, una caricia, una sonrisa o una platica frente a frente! Un abrazo, Miriam!
Igualmente, Dalia. Un abrazo virtual!