ACEPTANDO MI NUEVA REALIDAD

CUANDO LA VIDA TE DA LIMONES, HAZ LIMONADA!

¿Qué harías si un día amaneces con la mitad de tu cara paralizada?

Para las muchas de ustedes que me conocen personalmente, saben que mi vida es un remolino que corre a cientos de kilómetros por hora desde hace aproximadamente diez años.

Como mujer, empecé sola una empresa con nada en mis manos más que las ganas de sacar adelante a mi familia después de una severa crisis y el miedo a lo que pasaría si yo no reaccionara, y de ahí el camino se abrió a lo que yo le llamo mi nueva vida. No puedo quejarme, porque Dios me bendijo con muchas ideas y muchas ganas gracias a mis dos mayores motivos en la vida, mis hijos, y el deseo de que nunca les falte nada en esta vida, especialmente educación.

Este ritmo de vida que comenzó hace unos años, en vez de ir disminuyendo, ha ido aumentando en ritmo e intensidad. Después de haber trabajado además de mi empresa, y por el puro placer de hacerlo, durante cuatro años , para la mesa directiva de un importante grupo internacional de moda , dejé de formar parte de éste,para encontrarme con varias horas libres durante mi día, especialmente mis tardes-noches que se convirtieron en un martirio para mi, ya que me era difícil desacelerar mi ritmo para llegar a casa desde la oficina y conectarme al televisor.

Y así fue como empecé a escribir este blog, el cual me ha traído una serie de nuevas experiencias que han contribuido a enriquecer mi vida en muchos sentidos, no solo gracias a lo que he aprendido, sino al nuevo contacto que he adquirido con cientos de mujeres en todo el mundo y el saber que parte de estos aprendizajes también son útiles para ellas.

Y esta es mi vida ahora.

Muchos viajes de trabajo, muchas citas, muchas tareas y una familia que amo y por la cual debo de procurar, una madre por quien velar, un marido con quien convivir y trabajar,  y una casa que llevar…

Hasta hace unas cuantas semanas…cuando hice un verdadero alto en el camino y me fuí de vacaciones con mi hija…

Esta fue, por primera vez en muchos años, una oportunidad para dejar ir todas mis preocupaciones. Todo estaba en orden ahora, a pesar de que antes de irme mi vida revolucionó a mil con una gripa que me volvió loca, un viaje relámpago a Monterrey para apadrinar un evento donde no podía darme el lujo de faltar, y la enfermedad de Lola, mi adorada perra, mi compañera durante los últimos 14 años y su agonía hasta que dejó de respirar en mis brazos dejándome mil recuerdos y mucho dolor.

Era por eso que consideré que era el mejor momento para relegar todas mis tareas y ahora si disfrutar unas verdaderas vacaciones, y así fue.

Desafortunadamente, a los cuatro días de haber llegado a la playa, regresó la misma gripa, lo cual me extrañó mucho, y decidí que eso tampoco iba a arruinar mis vacaciones. A pesar de sentirme muy enferma, me fui a la playa, a pasear, a comer ricas ensaladas (la eterna dieta) y a disfrutar la compañía de mi hija, y así fue. La gripa se fue como cualquiera, cuatro días después, y dos días después de esto comencé a sentir unos dolores sumamente extraños en mi cuello. Sentí un raro hormigueo en mis labios e incluso me miré en un espejo y me pregunté que sería esto. Esa noche no pude pegar un ojo, los dolores en mi cuello eran tan fuertes que no había forma de apoyar mi cabeza sobre mi almohada…

Estaba tan tensa que decidí bajar al gimnasio a caminar por la mañana, y me llamó la atención que mientras ejercitaba, un señor estaba usando las pesas y cada vez que las soltaba, yo sentía que explotaba una bomba.

Subí a bañarme, y al verme en el espejo, me di cuenta de algo extraño en mi cara, un lado de mi labio se veía más hinchado que el otro, y mi ojo derecho no parpadeaba…Desesperada, llame a mi hija para que me viera y me dijo que no notaba nada…pero yo sí, y obviamente estaba muy asustada. Le pedí que  fotografiara mi cara en diferentes expresiones y envié las fotos a mi otorrino en México. Al hablar con él me dijo que no veía nada extraño, y que tal vez era una parálisis facial mínima, que no me preocupara y tomara únicamente un antiinflamatorio. La verdad es que para mí esto no era nada mínimo, estaba sumamente asustada, pero siguiendo sus instrucciones me relajé, bajé con mi sombrilla a la playa y traté de hacer mis tareas normales del día, pero sin sentirme yo.

Después de otra noche sin dormir, y dos días antes de regresar a México, decidí visitar a un neurólogo allá, porque me daba mucho miedo viajar así en avión, y esa mañana amanecí mucho más paralizada, el lado contrario ya con un ligero rictus hacia el lado contrario y muy asustada. Afortunadamente este doctor enseguida me dió un tratamiento de emergencia que incluía dos antivirales y una bomba de cortisona, además de un anticonvulsivo para controlar los dolores. Al parecer esta fue mi mejor decisión, y ojalá la gente tuviera la oportunidad de educarse y saber lo que hacer cuando pasa algo así. Hay casos en los que el afectado ni siquiera acude al doctor o acude después de las 72 primeras horas que son las más críticas por falta de información y ahí es donde se pierden las probabilidades de recuperarse totalmente..

Hay dos tipos de parálisis facial, una que es bastante más benévola, conocida como Parálisis de Bell que viene por un Herpes Simple y puede desaparecer ya sea en un par de semanas o meses, y otra que es la que viene acompañada de dolores, la que me dio a mí, conocida como el Síndrome de Ramsey Hunt. La primera viene por un virus de herpes simple, la segunda, viene por un virus de Herpes Zoster, comúnmente asociado con la varicela pero en edad adulta que se aloja en el oído de la persona afectada afectando así el nervio cráneo facial, y esta fué la que me tocó a mi. Este tipo de virus queda dormido dentro del cuerpo de la persona, a veces llega para quedarse o a veces viene y se va, además de provocar en un gran porcentaje de los casos, vértigo crónico, pérdida del oído o hiperacusis (lo cual hace que los sonidos se escuchen mucho más fuerte de lo normal) como lo es en mi caso.

Quiero compartir esto con ustedes porque este hecho ha movido muchas cosas dentro de mi vida. Doy gracias a Dios por estar aún entera y porque esto pudo haber sido aun peor, pero ha sido tan difícil… y no por vanidad…

Además de los dolores y la molestia de tener el ojo abierto todo el tiempo, motivo por el cual se me rasguñó la córnea , sufrir por la resequedad de éste, tener que cuidarlo con gotas especiales,utilizar parches y cremas especiales en el ojo para poder dormir, tomar más medicinas que nunca en mi vida, visitar diversos doctores y aprender a comer con tanta dificultad y sorber líquidos sin que estos escurran por mis labios, ha sido un largo camino emocional… además de los primeros pasos para enfrentarse con esta nueva cara al mundo…algo no muy fácil y más cuando estás en el ojo público.

Fue muy triste para mí darme cuenta que había perdido mi sonrisa…no sé si para siempre, pero ya no estaba, no solo en mi boca, sino que por culpa de esto mis ojos también habían dejado de reír…

Tuve que aprender a detener mi boca para pronunciar la letra P para que la gente con la que hablaba por teléfono no notara mi parálisis , de hecho tuve que asistir a una cita de trabajo tratando de convencerme a mi misma que esto no sería una traba en mi camino y que nadie se horrorizaría (solo recuerdo las caras de lástima de las chicas que me atendieron tan amablemente) , tuve que dar entrevistas telefónicas de varias horas para después morir de los dolores y el cansancio…pero lo más duro fue comenzar los ejercicios de fisioterapia frente a un espejo.

Los primeros  no eran tan difíciles, levantar cejas, cerrar ojos, fruncir el ceño y la nariz, pero cuando llegaba el momento de ver reflejada mi cara tratando de inflar un globo, chiflar o articular las vocales sin lograrlo, no había vez que no corrieran las lágrimas por mis ojos, una y otra vez venía a mi mente la imágen de la viejita que sufre una hemiplejia en la película «Amour.» Confiaba en que eventualmente estaría bien,sabía que tal vez podrían quedar secuelas, pero esto me hizo reconsiderar muchas cosas en mi vida.

Las diversas respuestas que recibí de familia y amigos fueron así,  diversas, algunos no le dieron ninguna importancia como si esto fuera algo que sucede todos los días (un amigo me dijo dos meses después de haberme enfermado…como, ¿no te dió una gripa?), otros, que a veces aparentan ser duros o insensibles, me llamaban a diario, varias veces al día, para saber cómo me sentía y como iba progresando, otras prefirieron no acercarse por miedo al contagio, por pena o falta de información, y otras me colmaron de cariño y atenciones como si fueran verdaderos ángeles, lo cual agradezco de corazón.Recibí correos y llamadas de diferentes países, y bendiciones y rezos en todos los idiomas y credos, lo cual realmente me conmueve. Lo que más me ha movió fue la reacción de las pocas amigas que tuve la oportunidad de ver en persona…y ver reflejado en sus ojos el dolor de verme así.

Mucha gente me dice que esto a veces pasa para que aprendamos algo…algo que aún no entiendo, lo que sí sentí y aún siento, es mucha confusión. No sé qué es lo que debe una persona sentir al ir a rehabilitación y ver chicos o bebés con Parálisis Cerebral, o gente que sufre de enfermedades o males mucho peores que el propio, y ver reflejados en sus rostros una sonrisa de triunfo cuando logran un mínimo avance, es en ese momento cuando aún siento que estoy pecando, y tal vez debería dar gracias a dios porque sólo me paso ésto que en realidad no sé como va a acabar …

No voy a dejar que esto frene mi vida ni mis sueños, pero sé que es un llamado de atención de mi cuerpo y del universo, para que haga un alto en mi camino y empiece a quererme un poco más,  dejar de ver las cosas que me rodean como un hecho, sino como regalos que me ha otorgado la vida, y aprender a agradecerle a diario por todo lo que me da, algo que recomiendo a cada una de ustedes, de corazón…

Nota: Este post lo escribí al poco tiempo de haber contraído la parálisis. Hoy, 2 meses después, puedo decir que me siento mucho mejor, los dolores ya se fueron, ya no tomo más medicinas y sigo con mi rutina de rehabilitación física tres veces por semana.          La gente que me conoce y me ve, dice que esto casi no se nota, lo más importante es que yo lo noto, y esto me recuerda día a día que nada está escrito en esta vida… gracias otra vez por todas las muestras de cariño que he recibido y el apoyo de mi familia y tantos amigos en este momento tan difícil. Poco a poco va saliendo otra vez el sol….